Formación y cursos de Coaching

PNL, el arte de reprogramar tu mente

Compartir

Autor: Jesús Mº Martínez del Rey

Un día, salí del trabajo, subí al coche y me dirigí a mi casa. Cuando estaba llegando, me di cuenta que ya no vivía allí. Me había mudado hacía un mes. No era la primera vez que equivocaba el camino. Simplemente, había puesto el  piloto automático.

¿Cuántas veces ponemos el piloto automático en tantas acciones de nuestra vida?

Nuestra mente es un sistema de archivo. No tiene la función de borrado. Por eso hay que aprender nuevos caminos, y no sólo el que te lleva a una nueva casa. Para incorporar un nuevo itinerario, el truco está en volver a un punto anterior, a cuando ha surgido el problema y construir una nueva ruta, o sea, “reprogramar” la mente. No se trata de olvidar los problemas, esconderlos, sino de enfocarlos de una manera más útil.

Y es aquí donde aparece en nuestro auxilio la PNL, siglas que corresponden a tres vocablos:  Programación (nuestro cerebro sigue determinados programas para operar), Neuro (esos programas se ejecutan a través de conexiones neurológicas), Lingüística (la actividad de nuestro cerebro se exterioriza a través del lenguaje). En síntesis, la PNL es un método que nos permite desarrollar y utilizar las capacidades de nuestra mente. Es decir, la PNL permite programar nuestro cerebro en nuestro beneficio.

Tanto si eres coach o terapeuta como si eres vendedor, profesor o periodista, la PNL supone un antes y después en tu modo de trabajar y proceder. Todo en la vida es una cuestión de actitud. Tú serás el primero que has de creer en que se puede lograr cualquier cosa. Si así lo crees, buscarás la manera de esforzarte y buscarás las herramientas necesarias para lograrlo.

La Programación Neuro Lingüística te facilita un maletín variado de herramientas, que te permitirán ser más creativo y dotar a tu comunicación de nuevas perspectivas.  Para que puedas comprobar cuanto aquí te digo, D´arte te invita a su curso de introducción a la PNL.

 “El reto de la PNL es hacer que la persona tome conciencia de su evolución cognitiva y que se dé cuenta de que sus imágenes, sus voces y sus sentimientos internos le pertenecen y que puede manipularlos de la misma manera que utiliza sus dedos para girar el pomo de una puerta”. Esta afirmación está en la introducción de La magia en acción, escrito en 1980 por Richard Bandler, un experto en computadoras. A principios de la década de los 70 del siglo pasado, Bandler conoció en la Universidad de California a un lingüista, John Grinder. Ambos deciden modelar los patrones de lenguaje y las ideas intuitivas de los tres terapeutas más eficaces del momento: Fritz Pearls (terapia Gestalt), Virginia Satir (terapia familiar) y Milton Erickson (hipnoterapia). El fruto de estas investigaciones se plasmó en La estructura de la magia, publicado en 1975 (en 1988 en castellano), donde se cimentaban las bases de la PNL

El núcleo de la PNL es por tanto el modelado. Es decir, la posibilidad de acceder a las capacidades que la persona modelada posee.

Así cuenta John Grinder cómo fue el proceso de modelado: “Desarrollamos nuestra agudeza sensorial, nuestra capacidad de observar, escuchar, sentir, y también perfeccionar nuestra manera de preguntar para obtener informaciones relevantes que nos permitieran captar cuáles eran las habilidades de las
personas que observábamos y cómo era su modo de ver y reaccionar frente al mundo. Eso nos permitió reproducir lo que estas personas hacían e incluso creer lo que estas personas creían”.

Richard Bandler relataba el resultado: “He tomado las enseñanzas de todos los grandes comunicadores y he ido más allá de lo que ellos nunca soñaron, precisamente porque aprendí de ellos”.

Contagiado por la metodología y el increíble poder del modelado, Robert Dilts, alumnos de Grinder y Bandler, dedicó sus investigaciones, desde los 80 hasta nuestros días, a modelar a grandes personajes de la historia. En su libro Creación de modelos con la PNL lanza un sencillo mensaje: “Si vemos que alguien hace algo mejor que nosotros, por ejemplo, en lugar de sentirnos incapaces, celosos o suspicaces ante esa persona, podemos intentar modelar cómo hace aquello que hace”.

En este mensaje de Dilts subyace la magia de la PNL: no importa cómo haya sido tu pasado. Siempre tendrás un nuevo futuro.

¿Qué te parece si, además, puedes trasmitírselo a tu cliente?