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“DEBERÍAS, DEBERÍAN”

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“DEBERÍAS, DEBERÍAN”

¡Debería de trabajar más! ¡Debería de ganar más dinero! ¡Debería de estudiar más! ¡Mi jefe debería de tratarme mejor! ¡Mi pareja debería de quererme más! ¡Mis amigos deberían de llamarme más a menudo!
¡Debería de hacer esto! ¡Ellos debería de hacer eso!

¿Qué sucede si no lo haces? ¿Qué sucede si las otras personas no lo hacen? ¿En qué te afecta pensar de esa manera? Pensar así realmente te está ayudando a acercarte a tus objetivos de trabajar más, tener más dinero o en cuánto a las demás personas te ayuda a sentirte mejor en tus relaciones?

Pensamos que por usar esas enunciaciones nos motivamos a conseguir nuestros objetivos, pero en realidad nos limitan, nos hacen sentir presionados, resentidos y esa frase que pensábamos nos motivaba al final nos acerca más a sentirnos apáticos y desmotivados. Podemos intentar cambiar la frase y expresar nuestro deseo para conseguir nuestras metas de otra manera, y no considerar nuestro deseo como una necesidad fundamental.

En relación a los demás; cuando los resultados demasiado humanos de otras personas no satisfagan nuestras expectativas, como sucederá inevitablemente de vez en cuando, nos sentiremos amargados, frustrados, tristes y humillados porque no reaccionan como nosotros esperábamos y no hay razón para pensar que esas personas deberían de actuar diferente, otra cosa es que nos agrade o no.

Estas formas de expresarnos hacia nosotros y hacia los demás son creencias, que vienen de la información que llega a nosotros y que está basada en nuestros procesos perceptivos, influida por nuestras experiencias pasadas, elementos culturales, características del entorno y estados emocionales.

¿Qué son las creencias?

Una creencia es una idea que es considerada verdadera por quien la dice. Algo en lo que se cree. Confianza en que algo existe o que es cierto. Crédito que se presta a un hecho o noticia.
Una creencia está definida como el estado psíquico subjetivo donde el sujeto considera como «Verdad» un elemento intelectual, generalmente en ausencia de análisis crítico y argumentos de validez.

Las principales características de las creencias son:
• No sabemos si la creencia se refiere a una idea verdadera o falsa.
• Una creencia no es sinónimo de verdad, pero tampoco de mentira.

Son totalmente verdaderas para el que la cree, son inconscientes, están instauradas en su forma de pensar y la persona la toma como válida sin dudar si es verdad o no y no da pie a otras posibilidades, simplemente el único camino verdadero es como él o ella lo piensa.

Por todo ello, son muy resistentes a cualquier intento de cambiarlas o contradecirlas. Al estar en el inconsciente, normalmente son ajenas a la voluntad y al control de la persona y están exentas de todo juicio.

Lo más importante de esta información es analizar si esto que es considerado como verdad para ti y de qué manera influye en tu vida, ¿te potencia? o ¿te limita?.

Te invito a identificar esas frases que consideramos como verdaderas y ver de qué manera nos afectan, y así poder quedarnos con aquellas creencias que nos potencian y que nos acercan a nuestras metas. Por otro lado intentar cambiar aquellas que nos limitan, que no nos dejan ver otras opciones más allá de lo que pensamos y sobretodo nos crean expectativas que no son reales, generándonos frustración y sufrimiento, especialmente cuando esperamos algo de los demás, ya que cada quien tiene su propia forma de pensar y actuar siendo así conscientes que solo somos responsables de nuestros pensamientos y actos, más no del de los demás.

“Todos creamos realidades basadas en nuestras propias creencias. Estas crencias son tan poderosas que pueden crear realidaes (expancivas o limitantes) una y otra vez”
Kuan Yin