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Creatividad, Miedo…¿qué relación hay entre ambas?

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Autora: Arantxa Cobos

Hace unos días tuve la suerte de que llegaran a mis manos dos maravillosos artículos. Uno publicado en Harvard Business Review por Peter Sims, titulado «El Enemigo Nº1 de la Creatividad: El miedo a fallar», y otro artículo publicado en Inc.com por Jeff Haden, titulado «8 Cualidades de los Emprendedores Audaces».

Desde el primer momento, me llamó la atención los nexos de unión que exisitían sobre ambos artículos. Entre las «8 Cualidades de los Emprendedores Audaces» el artículo cita las siguientes características que éstos poseen. Dicen primero que sí, y luego piensan  en como realizarlo, Piensan diferente que los demás, Expresan sus opiniones, Comparten sus formidables conocimientos, Viven según su propio código, Hacen lo que otros sólo desean poder llegar a hacer, Nunca abandonan e Ignoran a los que les odian.

Si pensamos en qué hace falta para que una persona tenga todas estas habilidades, nos daremos cuenta de la mayoría de ellas (pensar diferente, expresar sus oponiones, compartir conocimientos, vivir su propio código, etc) nos hablan de una personalidad que no tiene miedo a las diferencias con los demás. A eso añadimos que otra de las características de su personalidad es la perseverancia. Capacidad de lucha, y de búsqueda de soluciones.

El artículo de Peter Sims lo dice todo en el título. Es perfecto. Explica una idea amplia y maravillosa en unas pocas palabras. «El enemigo de la Creatividad, es el miedo a fallar».  Al leer ambos artículos tuve la sensación de que el título perfecto sobre la Creatividad, debía corresponder al artículo en el que se detallan cuales son las cualidades de los emprendedores audaces.

La creatividad que muestran los emprendedores audaces está en su capacidad de pensar diferente, de ser diferentes, no dejarse manipular, de tomar caminos desconocidos… Y todas estas habilidades están intimamente relacionadas con no tener miedo al fracaso.

Por supuesto, quien emprende un nuevo camino no quiere fracasar. Hará lo posible para que este camino sea un éxito. Pero en caso de fracaso no se queda paralizado. Analizará, buscará nuevas soluciones y perserverará. De esta forma construye de cada fracaso, en caso de que exista, un pequeño éxito. Con ello consigue que el punto del que parte el proyecto en el siguiente intento sea mejor, más eficaz y más viable.

Ya lo decía Machado «Caminante no hay camino, se hace camino al andar».